El Qì-Gong es una práctica que está en la base de las artes marciales, especialmente en aquellas provenientes de China, como Wushu, Shaolin KungFu y Taiji Chuan.
Las personas que practican estas artes gozan de una buena salud y su resistencia y movimientos parecen muchas veces sobrehumanos. Sin embargo, todo eso es gracias a la práctica constante y perseverante de esta técnica oriental llamada Qì-Gong. Cómo ayuda el Qì-Gong a mejorar el movimiento físico El Qì-Gong es un arte que nos enseña la eficacia de la energía dentro de nuestro cuerpo. Gracias a sus ejercicios aprendemos a utilizar menos energía para ejecutar los movimientos sencillos de cada día. Esto crea un menor desgaste de los tejidos corporales y mejora nuestro cuerpo al ralentizar el envejecimiento. Y, además, gracias a ello podemos tener más resistencia física: caminar más y mejor que antes, estar de pie durante más tiempo sin cansarnos y tener mayor vitalidad en nuestra vida cotidiana. En primer lugar, el practicante de Qì-Gong toma una conciencia mayor de los músculos y tejidos de su cuerpo, ya que para ejecutar los movimientos lentos y meditativos de este arte el practicante debe utilizar una conexión de músculos y tejidos diferentes de los que está acostumbrado. Concretamente, el practicante toma consciencia de la fascia y los tejidos que están dentro de sus músculos y consigue oxigenarlos. Y, una vez oxigenados, éstos ejecutan la acción. Si los tejidos no estuvieran oxigenados de esa forma, el cuerpo buscaría ayuda de otros músculos, en general los opuestos, para ejecutar las acciones. Por ejemplo, en un cuerpo que no está acostumbrado al ChiKung, el sólo hecho de tener un vaso en la mano conlleva una contracción de los músculos de la espalda, y, a la larga, eso podría llegar a crear dolores en esa zona. Sin embargo, cuando el practicante entra en conexión con el tejido interior consigue ejecutar el movimiento (como en este ejemplo, tener el vaso en la mano) gracias a la oxigenación consciente de esa gran red de tejidos internos que conforman nuestro cuerpo. Así, se asegura un desgaste menor de la energía y una mejoría en todos los movimientos de cualquier deporte que se haga. En nuestra sociedad occidental, por el estilo de vida que llevamos y como consecuencia de la visión que tenemos de la misma, es muy importante tener en cuenta el ‘meridiano yang’, llamado Du Mai, y situado en la espalda, porque suele estar sobrecargado. En Occidente, se da mucha importancia al poder del individuo, que es un aspecto ‘Yang’, en contraposición de la visión de Oriente, donde el enfoque se centra más en la comunidad, lo que viene a ser un aspecto más ‘Yin’. Por eso, en nuestra sociedad tenemos tantos problemas relacionados con la espalda. Gracias a los ejercicios del ChiKung podemos tomar también consciencia del meridiano opuesto, el Ren Mai o ‘meridiano yin’, que se sitúa en la parte delantera de nuestro cuerpo, y equilibrar con éste la sobrecarga del ‘meridiano yang’ situado, como decimos, en la parte trasera, es decir, en la espalda. En deportes como la natación, esto supone que la espalda requerirá hacer menos esfuerzos y no necesitará gastar tanta energía en la parte ventral. La energía (el Qì) acumulada en la parte dorsal del cuerpo ayuda, en este caso, a mejorar los movimientos deportivos y no desgasta los tejidos de la espada por sobreesfuerzos.
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